21 de febrero de 2008

La mala leche

He tenido en borrador varios post sobre esto de la leche. Pero voy a referirme a la visión que nos ofrece la oficialidad sobre por qué no hay leche, o por el otro lado por qué hay leche de sobra.

Los ministros, cada vez que se toca el tema, aluden a que la poca leche que hay -que no es lo mismo que "desabastecimiento"... - es porque hay una crisis mundial de leche, debido a que los chinos e indios ahora consumen más leche y por eso desabastecen el mercado internacional. Yo creo que es porque los chinos e indios de repente, desde hace un año, se dedicaron en serio a eso de la reproducción de la especie, y por eso ahora hay más chinos e indios que hace un tiempo atrás. La prueba la tenemos en Puerto Ordaz. Pase una tarde de 2 a 6 frente a Italcambio, y saque sus conclusiones. Las cosas estarían planteadas así: o los chinos e indios dejan de tomar tanta leche, o nos fregamos.

El asunto es que no he escuchado ni leido, ni presenciado que en otros países de la región haya tal escasez. Yo he tenido la oportunidad reciente de salir y cualquier mercadito de mala muerte tiene leche para tirar al techo: varias marcas, al detal, en cajas, larga duración, pote, en polvo, para niños, desnatada, etc. He ido a Brasil, a Ecuador recientemente, he tenido amigos que viajaron apenas en diciembre a Argentina, Chile, Colombia. Nadie ha comentado que falta leche en esos países. ¿Por qué a nosotros nos falta?

Claro, esa es una pregunta ingenua de mi parte, y a propósito. Porque hay que ser muy, pero muy ingenuo para tragarse eso de la crisis internacional de la leche. Pero peor, hay que ser muy bestia para insistir con el cuento y burlarse de todos los venezolanos, incluso de tus co-partidarios. Hay que ser muy, pero muy bestia, o ser ministro.

Se me ocurre que de repente el asunto no tiene que ver con chinos e indios. De repente, estos ministros que nos gastamos ya han chupado tanto de la teta de la que están guindados, que ya no sale ni una gota más de leche. Y si sale... es de la mala.

11 de febrero de 2008

Intimidades innecesarias

Es en serio. ¿qué necesidad tenemos de enterarnos con quién salió el cajero del banco anoche?, o ¿qué rollo tiene la vecina de la que atiende un local de ropa con su hija?, o ¿si el supervisor se la tiene agarrada con el que hace las hamburguesas?, o ¿o si la que pesa las verduras tiene la menstruación? En serio, de verdad que no...

9 de febrero de 2008

Peeeeerroooooooo...!!!

Quienes viven o han venido a Puerto Ordaz han visto las (ya culturalmente instaladas en nuestra idiosincracia) perreras. Para los que no, son las pickup con un armatoste de "cabina" en la parte trasera que son el "medio de transporte público" habitual de quienes andan a pie (yo diría que hasta "oficiales" son). El asunto es altamente inseguro, no hay ni cinturones, ni puertas, ni nada que evite que en un frenazo o choque salgas volando y adiós luz que te apagaste. Casos de heridas y muertes en estas "perreras" hay para una enciclopedia. Pero ahi están.

El asunto es que quienes las conducen siempre han tenido el temita del nombre: "perrera". Que no les gusta que las llamen así. Entonces, vemos a funcionarios públicos, metidos a sociólogos, periodistas y todos quienes se las dan de defensores humanos referirse a ellos como conductores de "las mal llamadas perreras"; como para congraciarse políticamente con un grupo que además de considerablemente grande (electoralmente), también es -como ya dije- EL medio de transporte oficial de esta ciudad.

¿Habrá realmente otra forma de llamarlas? O mejor, replanteo la pregunta: ¿Se le puede llamar de otra manera que no sea "perrera"? Mi respuesta por lo menos es no, no puede llamársele de otra manera. Porque suavizar el término perrera es consensuar un nivel de dignidad a algo que es inaceptable. Porque si bien es cierto que si no hubiera perreras estaríamos bien re-jodidos a nivel de transporte, y movilizarse en esta ciudad y sus barrios para los de a pie sería tan sencillo como imposible, la verdad es que quienes prestan ese "mal llamado servicio" de tansporte se preocupan muy poco por la seguridad de quienes se montan allí: número de personas que se suben, espacios mal construidos, van volando a mil por hora, además de que manejan como si fuera un taxi (que ya es malo), y para más ñapa quieren cobrar (bueno, cobran) como si fuera servicio ejecutivo.

Pues no, no se me antoja ser condescendiente con los "pobrecitos" conductores de perreras que quieren que uno se sienta sabroso montándose en una bicha de esas. No. Las perreras son una falta de respeto, y una falta de respeto a nosotros mismos es aceptar que se les llame de otra forma para que no suene feo. A ver si nos damos nuestro puesto y estos gobernantes se pongan triquitraqui en el trasero para hacernos la vida más digna. Pero hasta que eso no pase y sigamos aceptando que nos traten como perros, no mereceremos otra cosa sino PERRERAS.

3 de febrero de 2008

Cloverfield

Cuando estudiaba en la universidad había un libro de psicología social, donde Martín Barbero contaba de una película que fue a ver al cine, y mientras el veía un bodrio lagrimero sin sentido, el resto del público lloraba desconsoladamente por la desdicha de la protagonista. ¿Sería -se preguntaba Barbero- que él estuviera viendo una película distinta a la que veía el resto?

Ayer me pasó con Cloverfield. A mí particularmente me gustó. Como siempre les digo a mis amigos, yo fui a ver una película de un mounstruo que destruye Nueva York hecho con "cámara en mano" como si fuera un aficionado con una handycam. Eso es lo que me dicen las reseñas que leí antes, es lo que me asoma el trailer. Eso fue lo que vi. Y en ese sentido me pareció una buena película. Tan sencillo como eso. No creo que sea la que redefinirá el género de la ciencia ficción. A mí me gustó. Pero la sala explotaba de gritos maldiciendo a quienes la hicieron, jajaja. "Que maaaalaaaaaa!!" "Devuélvanme mis reaaaaaaleeeees" "Horribleeeee". En fin, en el baño luego podías escuchar los comentarios, en el mismo tono. De hecho, como siempre me quedo un rato viendo los créditos finales, y el encargado del cine que estaba en la sala se me acerca, molesto, y me dice "No sale más nada al final, vio? Es lo peor que han pasado en películas aquí", y enfatiza luego "Nooo, realmente mala". Yo, que no iba a entrar en discusiones innecesarias, dije sonriéndome, "Ta bien". Agarré mi bandeja y me fui.

Ahora, me pregunto, ¿qué fue lo que tanto les molestó -masivamente- a los demás? Porque películas "malas" ya hemos visto peores, por decir que esta entra en el grupo de las "malas".
En principio, hay que saber que detrás de esta película está J.J. Abrahams, creador de series como Alias y Lost. Es decir, que alguna cosa fumada nos esperemos. Segundo que está toda la película hecho "con handycam", es decir, que será inestable la imagen, las cosas se ven bastante de cerca, no hay grandes tomas abiertas, algunas cosas no estarán muy bien encuadradas (pero, créanlo, no por eso menos pensadas). Y es un monstruo que va destruyendo la ciudad, mientras estos chamos intentan rescatar a una amiga y salir con vida del intento (es decir, no esperen mucho realismo en esto).

Hay dos cosas que aún dentro del código que maneja la película me hicieron ruido. Una fue "ver al monstruo" completo. Me parecía muy nota que todo fuera sugerido por el desorden de la situación. Estaba bien ver partes del monstruo, pero necesariamente descubrirlo totalmente. Lo otro, es la escena del helicoptero ya casi al final. Creo que es una supervivencia exagerada la de estos chamos. Pero bueno...

Creo que la gente acostumbrada a los finales felices y tradicionales puede chocarles. Pero no todas las películas de monstruos tienen que terminar igual para ser buenas y agradables. Esta hace el intento y creo que lo logra hasta cierto punto. Es decir, y no estoy haciendo "spoilers" con esto, porque el final de la película es puesto en evidencia con la primera imagen, que es un letrero que dice "Material encontrado en la zona de desastre antes conocida como Central Park". La cuestión es ver qué tanto logró captar la cinta antes de "ser encontrada". ¿Se entiende? Además, el verdadero final no es cuando la cámara es sepultada, sino la imagen de cuando los protagonistas están en la Rueda Gigante. Pillen al fondo, y verán el verdadero inicio de la película. Es decir, todo está redondito.

Ahora, volviendo al punto del público. A decir verdad, todo el mundo vio la película calladito, no se escuchaba nada (bueno, solo dos muchachas que se sentaron detrás de mí, y parece que nunca habían ido al cine, no hacían mas que hablar y comentar sobre los mensajes de texto que estaban escribiendo...). Nadie se salió a mitad de la película (excepto las dos muchachas que se sentaron detrás de mí, que cada 10 minutos salían a hablar por telefono...), lo cual es típico cuando las películas son "realmente malas". De hecho, el supervisor de la sala que me dijo que no salía nada después de los créditos me dió a entender que no era la primera vez que la veía...¿entonces?

Creo que todavía nos dejamos llevar por el colectivo. Bueno, corrijo, el colectivo se deja llevar por el graciosito que nunca falta en el cine, el que cree que todos pagamos una entrada para hacerle culto a sus payasadas... y lo peor, es que lo obtiene. Yo solo les digo que hay que verla, y nadie está obligado a que le guste. Como todo en la vida.

¿Qué te pareció a ti, si ya la viste?

2 de febrero de 2008

Hasta al más "FUERTE" se le agua el guarapo

Así reza el dicho, y parece ser literalmente cierto. Yo voy a ser sincero, tofdavía no he tenido en mis manos una sola monedita de las nuevas. Así que tengo pendiente la comprobación, en mano propia, de la especie que se regó ayer en los medios sobre lo "frágiles" que son las monedas del Bolívar "fuerte". Claro, comprobación que me queda difícil, porque si bien 1 bolivar fuerte no enriquece ni empobrece a nadie... la verdad es que en estos tiempo es duro andar rompiendo el dinero por ahi, todo en aras de la ciencia. Entonces, advierto y confieso que esto lo escribo solo tomando como fuente lo que escuché de diversas fuentes, y lo que leo en la página web de la reconversión en el BCV (http://www.reconversionbcv.org.ve/www/content.asp?news=594).

¿En qué país se rompen las monedas? ¿Acaso es necesario un manual de instrucciones para manejar una moneda bimetálica? Las monedas bimetálicas existen desde que yo tenía 5 años, y hasta más. Recuerdo que en mi colección de monedas tenía una lira italiana que era al contrario, con el anillo exterior plateado y el centro dorado. Cómo manoseamos esa moneda mis amigos coleccionistas y yo, y en principio no tenía un album muy organizado, las tiraba en una cajuela de plático, con otras monedas pesadísimas. Y nunca, pero nunca hasta el sol de hoy se despegó ni un poquito. Es más, para no hablar de monedas viejas y extranjeras, jamás tuve problemas con la moneda de 1000 Bs.

A las monedas no se les da un trato especial, como si fueran de procelana, o microchips, o plantillas para ver en el microscopio. ¡Son monedas! Se supone que están hechas para vivir situaciones extremas, hacinamiento, ser tiradas en mesas y tablas, chocar con otras monedas... Aunque el BCV cacarée sobre los estándares internacionales con los que acuñaron las monedas bimetálicas, hay que revisarlo bien, porque alguien está mintiendo. En primer lugar, ya es difícil la idea de que aquí se rijan por estándares internacionales en cualquier cosa (vamos, es una visión catastrófica, pero viajemos un poco y comparemos), pero lo último que me esperaría es que no podamos mandar a hacer bien unas monedas. Hasta acepto que no hayan monedas, que se agotaron, que las tienen escondidas en los bancos, o que los cajeros del supermercado nos quieren estafar a punta de "no tengo sencillo, le puedo deber 200?". ¿¿¿¡¡¡PERO QUE SE ROMPAN LAS MONEDAS!!!!???

No me cabe en la cabeza la posiblidad de que una moneda se rompa en las manos de uno. ¿En qué país estamos? Y sobre todo, ¿cómo el BCV va a sacar un comunicado como ese? Porque no admite que el hecho, pero lo pone peor, porque si fuera verdad -como es costumbre aquí- la culpa es de uno. Debe ser que la escasez de alimentos nos ha vuelto más fuertes. De repente tanto escribir mensajes de texto nos ha mostrado el próximo paso de la evolución: "pulgares súper poderosos". Sin contar la ironía del caso del bolívar "Fuerte" que se rompe de lo "Frágil".

¿Escuchas NTLC en la radio/web?

Puedes preguntar lo que quieras