Sí, hubiera sido interesante ver a Vargas Llosa y a Chávez debatir sobre la democracia.
Sí, estábamos claros que un bluff como ese no duraría hasta las 11 de la mañana del sábado cuando supuestamente se daría el debate.
Sí, fue bochornosa la burla (por venir del "poder detentado") que armaron en el Aló Cuatro Días, con insinuaciones de mal gusto y demás.
Ahora. En frío. Quitemos a Chávez, y pongamos a cualquier otro presidente por el cual no sintamos frío ni calor en la misma circunstancia. ¿Sería viable? ¿Qué otro presidente debatiría con un intelectual que viene de otro país a criticar su gestión? Independientemente de lo grande que sea el intelectual o lo terrible que sea el gobernante (o al revés, pudiera ser, progresista el presidente e infame el pensador). Se me ocurre que ninguno. No me imagino a Obama debatiendo con Galeano. A Uribe con Ramonet. A Lula con Otrova Gomas. Me los imagino conversando, sí, en una audiencia en un encuentro, qué se yo. Pero "debate", lo que se dice "debate".. eh... no.
Y no me parece que desdiga de nadie. Los debates suelen hacerse entre iguales. En política el caso más notable es el debate en tiempo de elecciones (cosa que aquí no sabemos lo que es, porque a pesar de que todos dicen querer debatir con sus contendientes, a la hora de la chiquita nunca se concretan, y no por lluvia). Los candidatos no debaten con el jefe de campaña, o por lo menos un candidato que se respete. Igual un presidente: "¿a cuenta de qué voy a debatir con este tipo que vien de afuera a cuestionar mi gobierno y a querer hacerme quedar en ridículo?" Aunque estuvieras convencido de no quedar en ridículo, pues es un razonamiento que no deja de tener lógica (repito, imagínense la situación con otro presidente que no sea Chávez, la premisa sigue vigente: va Luis Brito García a Colombia a debatir con Uribe... ¿criticaría a Uribe por no consumar ese debate?).
El problema es que Chávez es muy bocón. Fue él quien salió a retar a Vargas Llosa & Co. Y alguien le habrá dicho en algún corte comercial "presidente, no sea loco"... Entonces, tuvo que echarse para atrás, cambiar el cuento de lo que quiso decir, y vimos lo que vimos... Un supuesto debate (como lo dijo Roberto Malaver en la noche en Aló Vamos a Burlarnos de Vargas Llosa: "ya el debate comenzó") entre gente que piensa lo mismo.