"Poderoso caballero es Don Dinero", decía el poema de Francisco de Quevedo. Algo así como lo que le pasa al Presidente de Honduras cuando Chávez va a su país e insulta a sus paisanos. Sí, en serio, no voy a hablar de Chávez diciéndole "vendepatrias e ignorantes" a los hondureños que se oponen al ALBA, cosa que me parece terrible. Pero es que más terrible me parece que el Presidente de Honduras lo escuche y permanezca inmutable, por el sencillo hecho de que, bueno, con esa firma del ALBA va a haber un buen negocio entre los dos países (posiblemente mucho mejor para Honduras que para nosotros los venezolanos).
Es un asunto de institucionalidad del cargo. Porque un presidente lo es de todos, de quienes lo apoyan y de los que no, de quienes le jalan y de quienes le protestan. Y un presidente debe tener claro a quién se debe, en las buenas y en las malas. Como hizo Zapatero al pedirle a Chávez públicamente y en su cara respeto para Aznar -acérrimo enemigo político de Zapatero-, porque él lo representa también como presidente español. Es la diferencia de saberse presidente de todo un país y no el capataz de la finca.
Pero negocios son negocios. Mientras el ALBA de Chávez le dé al gobierno de Zelaya lo que sea que esté acordado (porque no interesa ni siquiera si el acuerdo es relamente bueno para todo el pueblo hondureño) entonces venga e insulte a quien usted quiera, mi patrón. Al final, el que está "vendiendo" la dignidad de sus paisanos es el mismo Zelaya.
Es un asunto de institucionalidad del cargo. Porque un presidente lo es de todos, de quienes lo apoyan y de los que no, de quienes le jalan y de quienes le protestan. Y un presidente debe tener claro a quién se debe, en las buenas y en las malas. Como hizo Zapatero al pedirle a Chávez públicamente y en su cara respeto para Aznar -acérrimo enemigo político de Zapatero-, porque él lo representa también como presidente español. Es la diferencia de saberse presidente de todo un país y no el capataz de la finca.
Pero negocios son negocios. Mientras el ALBA de Chávez le dé al gobierno de Zelaya lo que sea que esté acordado (porque no interesa ni siquiera si el acuerdo es relamente bueno para todo el pueblo hondureño) entonces venga e insulte a quien usted quiera, mi patrón. Al final, el que está "vendiendo" la dignidad de sus paisanos es el mismo Zelaya.
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