De verdad, tuve la tentación de no ir. Lo confieso. Pero bueno, ahí estaba, a las 6,45 de la mañana en el Colegio Nazareth. A mí me tocó estar toda la mañana dirigiendo a la gente que iba pasando al salón. Como a las 9,30 ya el ritmo había bajado tanto que nos asustamos un poco. Las colas estaban vacías, y llegaban graneaditos de a 3 de a 5 personas; cuando nos imaginábamos por todo lo discutido y cacareado que debía haber mucho más gente votando. Algunos decían, casi terapéuticamente, que era porque el proceso era rápido y por eso no había mucha cola... otros hacíamos rápidos conteos de la gente que había marcada en el cuaderno de votación... y contrastábamos una sensación contra la otra. La verdad es que seguíamos preocupados.
Ya cercanos al mediodía, habían votado cerca de 200 personas de 537 votantes. No era mala la cifra... pero esperábamos más, ciertamente. A mi particularmente, siempre me ha gustado ver a los viejitos votando. Llegan muchos bien, pero algunos con dificultad para caminar, en silla de ruedas o con bastones, o andaderas, y se paran frente su computadora y ahí votan, a veces con ayuda de alguien, pero siempre ahí con ánimo. Pero le dimos chance al almuerzo que nos donó un restaurante, que a estas alturas nunca pude saber cuál era. Pero gracias, muy buena la comida, jejeje. Y barriga llena, votación que se reanuda.
Particular era nuestra coordinadora de mesa, un botón de muestra. Una chama, medianamente joven, treintayalgos, trigueña y como diría mi madre "gorda y maizeada". Con una franelilla y unos pantalones forradísimos que creo eran de jeans... o podrían ser de cualquier otra tela, realmente, no importa. Pero eso sí, sutil como ella sola. No iba brava regañando a la gente, pero lo que salía de su boca era diamante en bruto. "El "CE-ENE-É" manda a dar la "Ór-DEN" de que les mojen el "DEO" de tinta HASTA LAS PATAS!!!", o entraba y le decía a los votantes "¿Ya le mojaron el chiquito?", cosa que les sirvió a las delicadas damas de mi mesa comenzar a ajugar con eso de "Pase por aquí que para que le pongan el chiquito morado", dígame usted. En una de esas me atreví a sugerirles que dejaran de tomar whisky nacional (para evitar que el chiquito se les pusiera morado) y me dijeron que "yo era un pasao". ¿¿¿YOOOO???
¿Incidentes? No muchos. Una sola señora en nuestra mesa resultó "doble-cedulada", es decir, alguien votó por ella. Es algo terrible y difícil de corregir (por no decir imposible, habría que pensar la forma). Una señora se quejó de que no le daban comprobante de cómo había votado, ¿qué más comprobante que usted? -me respondió que el papelito debería quedárselo ella... bueh... pero lo puso que es lo importante. Una señora mayor votó dos veces, pero por error de la presidenta de la mesa que le apretó sin querer dos veces, la señora no entendía, pensó que no había votado y le dió play. Y un chamo, como de 18 años que fue a ver si le podían mojar el meñique con tinta pero que no quería votar (con la correspondiente jalada de oreja que le dimos los miembros de mesa y gente en la cola), pero no votó... tampoco le pusieron "el chiquito morao". Fuera de eso, todo tranquilo.
¿Incidentes? No muchos. Una sola señora en nuestra mesa resultó "doble-cedulada", es decir, alguien votó por ella. Es algo terrible y difícil de corregir (por no decir imposible, habría que pensar la forma). Una señora se quejó de que no le daban comprobante de cómo había votado, ¿qué más comprobante que usted? -me respondió que el papelito debería quedárselo ella... bueh... pero lo puso que es lo importante. Una señora mayor votó dos veces, pero por error de la presidenta de la mesa que le apretó sin querer dos veces, la señora no entendía, pensó que no había votado y le dió play. Y un chamo, como de 18 años que fue a ver si le podían mojar el meñique con tinta pero que no quería votar (con la correspondiente jalada de oreja que le dimos los miembros de mesa y gente en la cola), pero no votó... tampoco le pusieron "el chiquito morao". Fuera de eso, todo tranquilo.
El cabo del Plan República era joven también, pero atorao como él solo. Venía y metía gente al salón para que votaran saltándose la cola. Reconozco su buena intención, se trataba de señoras mayores, gente con dificultades de salud. Pero tan atorado era que muchos de ellos ni siquiera votaban en la mesa sino en otra. Tuve que decirle en un momento que se quedara tranquilo pero que en mi mesa no lo quería ver más jajajaja. Y así fue. Jajajaja. Pero buena gente el cabo, y respetuoso.
Pero la tarde, de 3 a 5 personas cada 10 minutos llegamos a las 4,30 de la tarde con 408 votantes. Sacando cuentas, nos daba un 25% de abstención. Repito, malo no era en función de elecciones pasadas como la presidencial, cuando me decían los miembros que asistieron que la abstención llegaba al 40%. Pero, en un centro como Nazareth, esperábamos más movimiento. Cerramos el centro con 340 votos para el NO y 68 para el SI. Los testigos de mesa del SI estuvieron conformes, y hasta panas eran; cuando el cabo de Plan Republica le mostrraba los escrçutinios y las actas, el chamo, se reía y decía que "tranquilo que esto más transparente no puede ser, sin rollo". Total que a las 9 de la noche, nuestra mesa no fue elegida para la auditoría, así que como había ya un buen número de personas pendientes este servidor se fue a su casa a comer, a descansar y a seguir las últimas incidencias por televisión... pero ya eso se los cuento luego.
1 personas osaron a comentar este artículo:
Hey, qué más?
Bueno, yo no voté porque mi puesto de votación salió en la calle Irak de Jardín Levante y eso no me queda precisamente a la vuelta de la esquina.
Pero pude ver muchas cosas por televisión y lo cierto es que aquí ni ganó ni perdió nadie, que todo fue en realidad, como lo dijo Chávez, "un cambio de velocidades", y ese "por ahora" versión remake está para no dejar cerrar el ojo por los próximos cinco años.
El tipo se vio obligado a pasar de segunda a neutro, pero ni ha pensado en apretar el freno y mucho menos poner la marcha atrás, así que vamos comprando extracafeinado porque el desvelo que nos espera es laaaargo.
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